El vegetarianismo es una forma de alimentación, pero también un estilo
de vida que tiene en nuestra sociedad una importante presencia y cuya tendencia
está en ascenso. Está basado en el consumo de productos de origen vegetal, que
excluye, en mayor o menor medida, alimentos de origen animal.
Según la Asociación Americana de Dietistas (ADA), las dietas veganas,
lacto-vegetarianas y ovo-lacto-vegetarianas, bien planteadas, cubren las
necesidades del bebé, de la infancia y la adolescencia, promoviendo un
crecimiento normal. Además, las dietas vegetarianas durante este periodo pueden
ayudar a establecer patrones de alimentación saludable a lo largo de la vida y
pueden ofrecer algunas ventajas nutricionales, puesto que los seguidores de las
dietas vegetarianas ingieren menos colesterol, grasa saturada y grasa total, y
más frutas, verduras y fibra que aquellos que no siguen una dieta vegetariana.Tal y como dice la ADA, una dieta vegetariana puede ser perfectamente adecuada para un niño, siempre que esté bien planificada, como ocurre con cualquier otra dieta, claro. Las necesidades nutricionales de los niños vegetarianos son iguales que las de los niños omnívoros, sólo que se cubren con diferentes alimentos.
Las dietas vegetarianas se han practicado desde la Antigüedad, pero
cada día es mayor el porcentaje de población que las adopta por motivos
fisiológico, éticos, religiosos, ecológicos, de salud, etc.
La infancia es un periodo crítico y las deficiencias o excesos en la
alimentación, tienen repercusiones y afectan de por vida al niño. La dieta
vegetariana ha de planificarse adecuadamente, al igual que la dieta omnívora.
Desde el punto de vista nutricional, una dieta vegetariana puede ser adecuada o
inadecuada, y una dieta omnívora igual. El nombre de la dieta no es lo que
determina si es adecuada o no; esto lo sabremos mirando qué come el individuo y
en qué proporción.
Dentro de las dietas vegetarianas podemos distinguir tres grupos:
·
Vegetarianos estrictos: sólo consumen alimentos
de origen vegetal.
·
Lactovegetarianos: incluyen además leche y
productos lácteos.
·
Ovolactovegetarianos: además de vegetales y
lácteos, también toman huevos.
A su vez hay varios subgrupos dentro de cada uno de ellos.
En los casos en que la alimentación vegetariana cumple con los
requisitos de la alimentación saludable, aportando los nutrientes y la energía
necesaria para el crecimiento y desarrollo del niño, las ventajas son:
Ø
Disminución del contenido en grasas saturadas de
la alimentación
Ø
Alto aporte en ácido fólico y vitaminas
antioxidantes
Ø
Aporte de fibra.
Ø
Protección de enfermedades coronarias debido a
su menor contenido en grasa, colesterol,
proteína animal.
Ø
Protección frente a cáncer colorrectal y otros
tipos de cáncer.
Sin embargo, hay que considerar también entre los factores implicados
en estos beneficios hábitos de vida saludables como la actividad física regular
y la abstinencia de tabaco, alcohol y otras drogas que los vegetarianos suelen
practicar.
Inconvenientes
Ø
El volumen de alimentos que deben consumir para
cubrir sus necesidades energéticas.
Ø
La menor digestibilidad de los alimentos
vegetales.
Ø
Se precisa una gran cantidad de alimentos para
asegurar un correcto aporte proteico, lo que puede sobrepasar la capacidad
gástrica en el caso de algunas personas como los niños pequeños.
Ø
También se deben de asegurar los aportes de
vitaminas liposolubles A y D, vitamina B12, el calcio y el hierro, como
elementos más comprometidos en este tipo de alimentación.
- Acudir
a un profesional sanitario conocedor de la dieta vegetariana
- Enseñarles
a diseñar correctamente una dieta vegana o vegetariana.
- Priorizar
el consumo de integrales, aceite de oliva, frutas, hortalizas, legumbres,
frutos secos, frente a alimentos
superfluos con poco valor nutricional (refrescos, bollos, golosinas, patatas
fritas de bolsa…)
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