domingo, 16 de noviembre de 2014

ALIMENTACION DE TRANSICION

 Entre los 12 meses y los 36 meses, tiene lugar la llamada alimentación de transición. Es un periodo en el que el  niño incorpora de forma progresiva a su dieta los alimentos de la comida familiar.

Una buena alimentación durante los primeros años de vida es fundamental para un adecuado desarrollo físico, psíquico y social. Además los hábitos alimentarios establecidos en la infancia, serán el modelo de la dieta en la vida adulta.

A continuación os dejo una serie de pautas generales:
  • Realizar 5-6 comidas/día.
  • Es mejor que coma poco pero variado
  • Animar a los niños a probar sabores y alimentos nuevos.
  • Dejar que coma solo si ya es capaz de hacerlo, sin meterle prisa, tenemos que darle su tiempo.
  • No obligarles a terminar el plato, dejar que el niño coma la cantidad que desea comer. Tenemos que respetar su mecanismo de saciedad.
  • Podemos dejarles elegir lo que quieren comer siempre que las opciones sean alimentos saludables, por ejemplo: “¿prefieres pera o manzana?
  • No hay que regañar, gritar, castigar ni amenazar para que coma. Igualmente hay que intentar  mantenernos relajados, ignorar los malos modales en la mesa y elogiar cualquier buen comportamiento. Es más efectivo elogiarle por algo que ha hecho bien, que una reprimenda por lo que ha hecho mal.
  • Evitar el picoteo a todas horas de alimentos poco recomendables como galletas, chucherías, patatas fritas….
  • Ofrézcale distintos tipos de verduras y frutas para que se acostumbre a todas ellas.
  • Evitar las bebidas azucaradas, con gas o cafeína, así como los zumos envasados
  • Evitar los dulces, bollería industrial, alimentos precocinados y la comida rápida.
  • Evitar los frutos secos hasta los 3-4 años, por el alto riesgo de atragantamiento
  • Podemos animarle a que nos ayude a prepara los platos.

Recomendaciones nutricionales para niños de 1 a 3 años


Además de la alimentación, no debemos olvidar que también es muy  importante practicar ejercicio físico a diario, ya sea mediante juegos, en el parque, o con actividades.


Y sobre todo,  y lo más importante es que los padres prediquemos con el ejemplo, tanto en  llevar a cabo unos buenos hábitos alimentarios, como en la práctica del ejercicio físico, ya que los niños fundamentalmente aprenden por imitación.

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